lunes, 18 de marzo de 2013

SOBRE EL BLOQUEO

 
Yo tengo un par de teorías curiosas sobre las causas del bloqueo del escritor y las resumiré  de modo muy sencillo:
1- Ya no me interesa lo que hago: sí, cruel pero cierto. Esa historia que empecé con entusiasmo (tanto que ni comía ni dormía) ya no me interesa un pepino y por eso ya no sé cómo seguir. Además la dejé ir por libre, escribía al tuntún, porque iba tan bien... era imposible que se torciera. Cuando esto ocurre empezamos a decir: uff qué pereza, me voy a regar los cáctus/plantar rosas en el desierto/intentar fabricar al hombre perfecto... cualquier cosa con tal de no plantarte delante del ordenador. En estos casos tienes dos opciones: dejarlo o empezar de cero con una planificación detallada.
2- No hay planificación previa: en parte tiene que ver con la primera, donde ya se ve algo de este motivo. Cuando se escribe "a lo que salga" y no se saben los pilares básicos de la historia, llega un momento en que te metes en atolladeros de los que no sabes salir. Ojo, yo no digo que haya que hacer unos esquemas rígidos donde se reflejen todos y cada unos de los actos que luego se escribirán, aunque hay autores que los hacen y les funcionan muy bien (aquí que cada uno haga como le vaya mejor, pero la planificación es imprescindible), pero ya dije una vez que no se puede empezar a escribir sin saber cómo acaba una historia y los acontecimientos más importantes. Así no puedes pretender no atrancarte en algún momento. Si queréis llamar bloqueo a eso, adelante. Yo creo que cuando hay una buena planificación, esto no ocurre.
 
También puede ocurrir por saturación o cansacio, pero ese es otro asunto. Eso se soluciona con una buena rutina de trabajo. Trabajar demasiadas horas hace que lleguemos a odiar las historias y los personajes por estar demasiado tiempo pendientes de ellos. Es mejor tomárselo como un trabajo más y procurar olvidarlo en lo posible el resto del tiempo. Es difícil pero necesario si eres del tipo obsesivo (como yo lo soy, aunque cada vez menos, sé de lo que hablo).
 
Y si ves que eres incapaz de hacer nada de lo que deseas, no te empecines. Haz otra cosa, sal, canta, baila, pero no merece la pena intentar forzar a tu cabeza a funcionar. Si no se disfruta haciendo algo que generalmente hacemos por placer, no merece la pena. Descansa y mañana será otro día.
 
Nota mental: hay muchas teorías sobre el bloqueo y cada uno tiene las suyas. Supongo que todas y ninguna serán válidas. En todo caso, yo nunca lo he sentido como tal... ¿por qué será?

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